Necesitad de Incorporar Equipos Técnicos que Acompañen y Profesionalicen a los Docentes de los Niveles Inicial y Primario de las Escuelas Públicas Urbano Marginales de la Pcia. de Córdoba.
Carta abierta al Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.
De mi mayor consideración:
Me dirijo a usted a fin de reflejar una realidad que
visualizo desde hace años en muchas escuelas públicas, provinciales, urbano marginales
de nuestra ciudad.
Coordino y trabajo desde hace 27 años los Niveles
Inicial y Primario de una ONG dedicada a la Inclusión Educativa y Laboral de
Personas con Discapacidad.
Mi quehacer implica acompañar una o dos jornadas por
semana a niños con discapacidad intelectual incluidos en escuelas comunes. Esta
labor consiste en trabajar con los docentes y con los niños en cuestión a fin
de realizar los ajustes necesarios a las propuestas curriculares con el
objetivo de promover una genuina
inclusión escolar (psicosocial y pedagógica) que permita a estos alumnos
desplegar y desarrollar sus potencialidades.
Los estudiantes a los que acompaño cuentan con
certificado de discapacidad y con una obra social que, si bien no siempre cubre
todos los requerimientos propios de su condición especial, les permiten acceder
a los apoyos profesionales básicos.
En las aulas de estas escuelas es donde encuentro la
realidad de la que le hablo: niños, no pocos, que por diferentes carencias
(biológicas, culturales, familiares, económicas, etc.) presentan distintos
déficits en su desarrollo (emocional, cognitivo, lingüístico, etc.). Esto, por
supuesto, afecta sus capacidades de aprendizajes pedagógicos. Además, casi
todos ellos según indago no poseen cobertura médica.
En un niño común, dichas dificultades pueden ser
superadas gracias a una intervención profesional ya que el sistema nervioso es
sumamente maleable en la niñez. Si bien no podemos clasificar a este grupo de
alumnos como discapacitados sí podemos catalogarlos como personas en situación de
discapacidad. Ya que “...la
discapacidad no está configurada exclusivamente por un “déficit percibido” de
la persona. Por el contrario, es el
resultado de la interacción entre el “déficit percibido” del individuo y
las barreras (…) sociales que impiden su plena inclusión en la comunidad en la
que vive”. (ADC, 2014: P7).
Si a estos déficits producidos por las carencias
antes mencionadas se le suma la falta de
intervención adecuada y a tiempo de profesionales expertos (psicopedagogos,
fonoaudiólogos, psicólogos, psicomotricistas, etc.) puedo pronosticar que
muchos o la mayoría de estos niños quedarán con secuelas permanentes que los
convertirá en personas con discapacidad.
Trabajar tantas horas semanales durante tantos años
en estas instituciones también me ha permitido observar escuelas en buenas
condiciones edilicias, aulas equipadas, material didáctico adecuado. Incluso me
he enriquecido trabajando colaborativamente con docentes comprometidos que realizan
su labor en estas difíciles realidades, pero también que se sienten desorientados,
solos, con escaso apoyo familiar y sin respuestas a esta problemática.
Es decir, veo recursos materiales y humanos que me
hablan Sr. Gobernador de su compromiso con la educación. Sin embargo, esta situación me dice que hace
falta más, no mucho, tan vez se consiga con un simple análisis y a partir de
ello funcionalizar algunos de los capitales con los que ya se cuenta.
Por todo lo expuesto y a modo de sugerencia propongo
solo dos de algunas de las ideas que he ido formando a partir de mi experiencia:
*Que la jornada extendida tenga un espacio para que estos
niños con dificultades refuercen sus aprendizajes pedagógicos.
*La formación de un Equipo Técnico Itinerante que
recorra semanalmente cada escuela con el objetivo de atender a estos niños (diagnosticando y tratando
sus dificultades). También con la finalidad de profesionalizar a los docentes (haciendo hincapié en los maestros
de las materias troncales y en los de jornada extendida) a fin de proveerles
herramientas que favorezcan el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Esperando que mi inquietud contribuya a seguir pensando
en una mejor educación en nuestra provincia, saludo a Usted con mi mayor
respeto.
Lic. y Esp. Inés M. Fernández Valdés
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